«HABEMUS EPISCOPUM»

 

En diciembre del recién terminado año y como regalo de navidad, el Papa Francisco tenía a bien nombrar a Monseñor Santos Montoya Torres, hasta ese mismo momento Obispo Auxiliar de Madrid, Obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño.

La Santa Sede hizo público el miércoles 12 de enero dicho nombramiento y su toma de posesión de la Catedra para el próximo 5 de marzo en la Catedral de Calahorra.

En una carta dirigida a todos sus nuevos diocesanos, el nuevo Obispo mostró su «total disponibilidad para unirme a la gozosa tarea evangelizadora de esta Iglesia que peregrina en La Rioja».

Han sido meses de espera, quizás demasiados, en una espera esperanzada. Pero al final del año pasado se empezaron «a notar signos» de que dicha espera podía estar próxima a su fin. Muchos movimientos y cambios en otras diócesis, muchos comentarios en «mentideros» oficiales y no oficiales, etc., daban ya pistas para confiar en una pronta seguridad de que el momento más propicio y de la llegada de nuestro nuevo Obispo, estaba ya al caer…

 

Monseñor Santos Montoya Torres

Nació el 22 de febrero de 1966 en La Solana (Ciudad Real).

Es licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid, bachiller en Teología por la Facultad de Teología San Dámaso en 1998, licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas en 2000 y licenciado en Teología Dogmática por la Universidad Eclesiástica San Dámaso.

Fue ordenado sacerdote el 18 de junio de 2000 en Madrid, al finalizar el año de Pastoral en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Campamento.

En el año 2020, obtuvo un máster en Discernimiento Vocacional y Acompañamiento Espiritual en la Universidad Pontificia Comillas y en el 2012, se licenció en Teología Dogmática por la Universidad Eclesiástica San Dámaso.

Fue viceconsiliario diocesano de Acción Católica General de Madrid (2000-2001) y formador del Colegio Arzobispal-Seminario Menor de Madrid La Inmaculada y San Dámaso (2000-2001), para luego convertirse en subdirector del mismo centro (2001-2002) y, después, director del colegio y Seminario Menor (2002-2012). Además, fue adscrito a la parroquia Purísimo Corazón de María (2006-2008).

Desde 2012 hasta su nombramiento como obispo fue párroco de Beata María Ana de Jesús y director titular del colegio homónimo y, desde 2015, arcipreste de Delicias-Legazpi. En 2015 se incorporó al Consejo Presbiteral de Madrid y, en 2017, al Colegio de Consultores.

El 29 de diciembre de 2017 se hizo público su nombramiento como obispo asignándole la sede titular de Orta (Horta, Horten-sis), provincia proconsular que tenía como sede metropolitana a Cartagena. Recibió la ordenación episcopal el 17 de febrero de 2018 quedando también como Obispo Auxiliar de Madrid.

Su lema episcopal es En tu palabra y su escudo tiene referencias a la barca de la Iglesia, su familia y la M de María.´

En la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida desde marzo de 2020.

Fue miembro de la Comisión Episcopal del Clero desde abril de 2018 hasta marzo de 2020.

El 12 de enero de 2022, fue nombrado Obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, tomando posesión de su Catedra el día 5 de marzo.

 

 

Primera Carta de nuestro reciente nuevo Obispo

 

Carta al Pueblo de Dios que peregrina en La Rioja.

12 de enero de 2022

 

Queridos diocesanos de La Rioja:

Al hacerse público mi nombramiento como Obispo de esta ya querida Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, no podía por menos que dirigirme a todos vosotros, para mostrar mi total disponibilidad para unirme a la gozosa tarea evangelizadora de esta Iglesia que peregrina en La Rioja. Os deseo a todos Paz y Bien.

No descubro nada nuevo si os digo que en la Iglesia nadie empieza de cero. Siempre nos precede la gracia, muchas veces en la persona y obra de los demás, como le recuerda el Señor al pueblo de Israel al llegar a la tierra prometida: “pozos ya excavados que tú no has excavado, viñas y olivares que tú no has plantado” (Dt 6, 11).

Mi profundo agradecimiento, por tanto, a todos los que, a lo largo de la historia de la Diócesis, han contribuido con su entrega, espiritual, humana y material, para que el evangelio llegue a nuestros días, y se pueda ofrecer como el buen vino (¡y aquí ya creo que lo hay!), igual que en las bodas de Caná, para que continúe la fiesta de la salvación.

Un saludo fraterno a cada uno de los sacerdotes, diáconos, y seminaristas; a los miembros de la vida consagrada, masculina y femenina, a las familias, verdaderas Iglesias domésticas, en este Año Amoris laetitia dedicado a ellas, y a todos los demás laicos, que contribuyen a transformar las realidades de este mundo. ¡Pedimos “al dueño de la mies que envíe trabajadores a su mies” para el florecimiento de la vida cristiana en toda su variedad!

Un recuerdo igualmente agradecido a mis predecesores y a los que habéis cuidado con tanto esmero de la Diócesis, especialmente en esta última etapa, a D. Vicente Robredo García, Administrador Diocesano y al equipo que ha colaborado con él en las tareas de gobierno. Dios os lo pague.

Quien se asoma a las orientaciones pastorales que habéis trazado para este curso, bajo el título, “Mirad cómo se aman”, puede comprobar el deseo de testimoniar la fe en los distintos ámbitos de la vida. Resuena claramente el eco del pasado congreso nacional de laicos, “Hacia una Iglesia en salida”, con sus diferentes líneas de acción y la contribución a la reflexión que el Papa Francisco nos ha propuesto: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Me uno a este proyecto de sintonía eclesial con la realidad de nuestro país y con la Iglesia universal, que se quiere particularizar en nuestra Diócesis.

Quisiera recordar ahora de un modo más pormenorizado a toda la población de La Rioja: hombres y mujeres, mayores, menores, jóvenes, personas necesitadas, enfermas, a tantos afectados por la pandemia, personas impedidas, privadas de libertad, migrantes, creyentes (también los de otras tradiciones) y no creyentes. La mano tendida a todos con el deseo de colaborar juntos en el bien común, en la defensa de la dignidad de la persona, y en su desarrollo integral.

La misma intención hacia las distintas administraciones públicas y demás instituciones, con el ánimo de crear un clima de diálogo, de auténtica convivencia, en paz y en libertad, con el trato de respeto que ha de caracterizar a una sociedad plural como la nuestra.

Comienzo este ministerio con ilusión, agradecido al Papa Francisco por su confianza, y fiado en la providencia de Dios, con el deseo de estar muy cerca de la vida de la gente.

Pongo mi persona, así como el trabajo evangelizador de todos nosotros, bajo la protección de S. Emeterio y S. Celedonio, y Sto. Domingo de la Calzada y bajo la solicitud maternal de la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.

¡Nos vemos pronto!

Os envío un afectuoso saludo. Unidos en la oración,

 

+Santos Montoya Torres

Obispo electo de Calahorra y La Calzada-Logroño

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *